La tecnología de impresión 3D es un proceso de fabricación que convierte modelos digitales en objetos físicos. Al apilar materiales capa por capa, las impresoras 3D pueden crear objetos con geometrías complejas, incluyendo prototipos, piezas e incluso productos completos.

La tecnología de impresión 3D tiene amplias aplicaciones en diversos sectores, como la fabricación industrial, la sanidad, la arquitectura, la automoción y la industria aeroespacial. Se puede utilizar para el prototipado rápido, la creación de productos personalizados, la fabricación de dispositivos médicos y de repuestos, entre otros.

Elegir la impresora 3D adecuada a sus necesidades depende de varios factores, como los materiales, la velocidad, la precisión y el tamaño de impresión. Los tipos más comunes incluyen impresoras FFF/FDM, SLA/DLP y SLS, cada una con sus propias ventajas y desventajas.

FDM (modelado por deposición fundida) es una tecnología de impresión 3D común que construye objetos impresos capa por capa utilizando filamento fundido.

El mantenimiento y cuidado adecuados de una impresora 3D son esenciales para garantizar su fiabilidad a largo plazo. Las tareas de mantenimiento habituales incluyen la limpieza del cabezal de impresión, la calibración de la cama de impresión y la sustitución de consumibles. Las inspecciones y el mantenimiento regulares pueden prolongar la vida útil del equipo y garantizar la calidad de la impresión.